La cantante se veía plena con una sonrisa acentuada en su rostro de mirada tranquila y serena. La explosión de cohetes en el cielo anunciaba su llegada. La reconstrucción de los primeros pasos de la Peralta en la Plazuela Machado contó con la participación de artistas del Centro Municipal de Artes, en un proyecto dirigido por Jorge Gorostiza.
La cálida y efusiva recepción no pudo ser menos espectacular y tumultuosa. El vestido azul de la cantante fue una réplica del que porta la diva en la pintura del maestro Antonio López Sáenz.
El personaje con su atuendo largo y ampón avanzó con seguridad sobre la plaza Machado. Había salido del estacionamiento del Hotel Belmar y su llegada fue por la calle Sixto Osuna. En sentido contrario, avanzó hacia la plazuela que recorrió con paso altivo y seguro.
Al llegar al kiosko la parada fue inevitable; varias parejas bailaban para darle la bienvenida. Era el Ballet Folklórico del Instituto de Cultura en plena acción. La música de banda alegró el momento, mientras entre el gentío, personajes del pueblo repartían réplicas de los periódicos de la época.
Luego vino la interpretación del Himno Nacional a cargo de alumnos de la Escuela Náutica de Mazatlán, para recrear aquel momento histórico cuando en 1883, las autoridades municipales acudieron al protocolo para dar la bienvenida al Ruiseñor mexicano, la mujer que ya entonces era reconocida por su maravillosa voz en todo el mundo.
La parte final de la recreación mostró a la cantante en el balcón del entonces Hotel Iturbide, justo donde se dice, la Peralta salió a saludar a los mazatlecos y entonces les cantó “La paloma”, canción que Patricia Pérez interpretó con solo la melodía de su fina voz en una actuación que selló con lirismo y musicalidad la recreación de la llegada de la famosa cantante mexicana a esta ciudad que la vio morir días después a causa de la fiebre amarilla, casi a finales de la segunda mitad del siglo XIX.