Volver arriba

El público, extranjero en su mayoría, recibió al Coro de la Comunidad de Culiacán, un ecléctico ramillete de voces masculinas y femeninas que, entre los ocho y los 60 años de edad, agrupó sus talentos y enorme disciplina bajo la dirección del maestro Gordon Campbell para un recital que tuvo como eje la poesía.“La Biblia” (“Segundo libro de Samuel”) fue el punto de origen del evento con “Las últimas palabras de David”, un majestuoso, solemne y radiante mensaje de fe que caló hondo en los corazones de la audiencia con las voces del coro y la pianista Aigul Kulova creando una delicada atmósfera.
Posteriormente, la voz de uno de los grandes poetas estadounidenses, Robert Frost, creó una serie de cuadros con los paisajes de los bosques de su natal Nueva Inglaterra en una serie llamada “Frostiana: Siete canciones de campo” que Randall Thompson creó a partir de los poemas “El camino no elegido”, “La pradera”, “Pasa”, “El teléfono”, “El jardín de la joven”, “Contemplando la foresta en medio de la nieve” y “Elige una estrella”.
La sencillez de los temas y claridad estética de los versos de Frost permitieron que el coro, alternando voces masculinas, femeninas y en conjunto, recreara en sus cantos los sonidos del viento, la paz que el campo siembra en el alma, la simplicidad y gracia de la vida de las granjas, la omnipotencia de los cielos oscuros y la sabiduría, esperanza y fe que desgrana la naturaleza en los hombres.
La finura, delicadeza y perfecto ensamble de las voces, el piano y la incorporación de Oleana Bogaychuck en el violín, llegaron al máximo punto de perfección en la “Serenata a la música” de Ralph Vaughn Williams, quien adaptó un fragmento de “El mercader de Venecia”, de William Shakespeare, para rendir un sublime homenaje a la música, diosa y máxima joya que hace refulgir el alma del hombre, o, en su ausencia, revela su miseria.
Por último, “Alleluia” de Randall Thompson creó una compleja gama de armonías con las voces del Coro de la Comunidad de Culiacán alternando una sola palabra: “Aleluya”, momento memorable para despedir a la Camerata Campbell que fusionó la poesía y la música en un concierto exquisito y propositivo.
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

Lo destacado