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En una charla amena, el pintor estuvo acompañado por Juan Manuel Flores, director del Centro Municipal de Artes de Mazatlán, para abordar a detalle los últimos cinco años de su vida artística, que fueron volcados en un libro bautizado con el mismo nombre de la exposición.Aguirre relató cómo surgió su decisión de deslindarse del paisajismo puro, viajar a Europa, e incursionar en el arte abstracto, el surrealismo, temas de origen sublime, mágico y erótico para liberar sus procesos creativos.
Señaló  que, bajo la iniciativa de su amigo Jorge Herrera, comenzó un feroz “safari fotográfico” para recabar imágenes de su obra desperdigada con amigos y galerías, para después convocar a un grupo de museógrafos, poetas, pintores, amigos y críticos para ofrecer distintas perspectivas sobre su obra que quedaran plasmadas en un libro.
Sin empacho, Rafael Aguirre relató cómo su vida privada brota en su trabajo: mujeres, infancia, viajes, convicciones, experiencias, sueños…una aventura que, recalcó, inicia cada día, al tomar el pincel y comenzar de nuevo.
Al final de la presentación, se realizó la rifa de dos ejemplares de “Con el color en las manos”, el público realizó preguntas al artista y se pasó a una degustación de vino y bocadillos.
La presentación de “Con el color en las manos” en Mazatlán es la primera de 20 que Rafael Aguirre tiene planeadas para este 2015, y estará colgada hasta el 5 de junio en la Galería Ángela Peralta.
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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