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El espectáculo inició en punto de las ocho de la noche en el Teatro Ángela Peralta.  La mezcla perfecta entre el ballet clásico ruso perfilado entre los mejores del mundo y el uso de la tecnología, fueron determinantes para llenar la sala a su máxima capacidad. 
El espectáculo inició con la luneta totalmente vendida; los balcones de los tres niveles llenos por personas adultas, de edad avanzada y  jóvenes; maestros, empresarios y padres de familia que llegaron hasta el máximo recinto cultural de la ciudad,  enterados por la prensa, radio, lonas publicitarias e internet.
 
El reconocidísimo Moscow  Ballet Theatre, se encargó de lucirse con este platillo  fuerte de la Temporada Primavera 2015 organizada por el Instituto de Cultura de Mazatlán, al presentar la leyenda del cisne-mujer sustituyendo los telones y la escenografía con la proyección de imágenes en tercera dimensión que sin alterar el encanto clásico enriquecen el espectáculo y le   aportan   un carácter novedoso y moderno.
 
Las pantallas gigantes exhibieron vida, mientras el entrenado cuerpo de baile conformado por bailarines egresados de las mejores escuelas del ballet ruso, algunos ganadores de medallas internacionales, narraban a través de las coreografías, una bella historia de amor salpicada por el bien y el mal matizada con la maravillosa música de Piotr Ilich Tchaikovsky, que logra crear momento sublimes y llenos de dramatismo.
 
La magia estuvo presente durante casi dos horas y media que dura el espectáculo.  El  público se regocijó con los movimientos precisos, los saltos y la fuerza de los varones y los cuerpos estilizados y desplazamientos estéticos de las bailarinas que recrearon seres etéreos sobre el escenario.
 
La obra aportó momentos sublimes y bellos  como el pas de quatre en donde cuatro bailarinas con los brazos entrelazados se desplazan con sutileza sobre el escenario y los pas de deux de El cisne negro y el cisne blanco. 
 
Es en el lago bañado por el cielo azul donde el Barón Von Rothbart (Ivan Negrobov), convertido en Espíritu Maligno, transformó a la Princesa Odette en cisne para que ésta no pudiera casarse con nadie.
 
Después la tecnología de 3D mostró  la terraza del Castillo en donde un bufón y 17 bailarinas con elegantes vestidos púrpura confeccionados por artesanos rusos bailan  para

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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