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En punto de las 19:00 horas, Juan Manuel Flores, Director Escolar del Instituto de Cultura de Mazatlán, agradeció a los asistentes su presencia y comentó que la obra es un esfuerzo por representar un conjunto de ideas que pudieran estar dispersas, pero unidas por la espiral como símbolo de la eternidad, el comienzo y el final. 
La exposición estuvo conformada por una escultura con forma de mujer y cuerpo de guitarra y 24 piezas pictóricas en materiales de acrílico, óleo y pastel entre las que aparecen imágenes representativas del paseo costero como el malecón, el mar y el faro; además de la belleza femenina y variados simbolismos indígenas.
 
A la presentación asistieron decenas de personas, entre los que destacaron un grupo de preparatorianos alumnos de Daniel Ramírez Ordaz a quienes les dedicó un discurso motivándolos a empaparse de las manifestaciones artísticas que existen en el puerto.
 
“Necesitamos en esta sociedad convulsionada por la violencia y la muerte más artistas, más jóvenes que entren a éstas instituciones, a las obras de danza, música, etc. Para mí es un honor que estén mis alumnos aquí y compartamos este día que seguramente será muy simbólico para que aprendan que la cultura no está lejos, que la tenemos aquí y sus puertas están abiertas.”
 
El maestro aclaró que en sus obras intenta comunicar ideas y conceptos sobre la vida cotidiana que comúnmente pasan desapercibidas: la vida, la muerte, la felicidad, el desamor, el amor, el universo, el infinito y que para él la obra “Renacer”, que se encuentra al fondo de la sala, es muy importante ya que es un homenaje a la cultura azteca y al pasado indígena.
 
Al finalizar su discurso, el artista agradeció al Instituto de Cultura de Mazatlán el apoyo brindado y a su público por asistir. Después Juan Manuel Flores dio por inaugurada la exposición y todo el público pudo entrar a observar las obras.
 
 
 
 
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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