Volver arriba

La violinista ucraniana y el pianista mexicano ofrecieron un repertorio plagado de momentos brillantes en los que la intensidad de Farvarshchuk y la precisión de Pérez Franco se dieron la mano para el regocijo del público en este evento que formó parte del Festival Cultural Mazatlán 2015.Con el “Primer  Movimiento del Concierto D-dur para violín y orquesta” de Wolfgang Amadeus Mozart los músicos dejaron ver la energía y entrega que se convertiría en el hilo conductor del recital.
Posteriormente, el contraste entre la sutil, apasionada y serena “Meditación de Thaïs” de Jules Massenet, con la sensual, vibrante y colorida “Primavera porteña” de Astor Piazolla fue la forma ideal de que el público percibiera, de un golpe, la enorme calidad de los ejecutantes.
Tras un breve intermedio, el “Segundo Movimiento del Concierto para violín y orquesta” de Ludwig Van Beethoven creó un ambiente de serenidad que minutos después cambiaría con la enigmática interpretación de “La danza macabra” de Camile Saint- Sans.
La última parte del concierto, llegó con dos piezas de Miroslav Skorik, “Melodía” y “La danza española”, que junto a “Amor brujo” de Manuel de Falla, remataron este concierto con vivacidad y fuerza arrancando los aplausos de un público que se entregó generosamente a los artistas tras su soberbia actuación.
 
 
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

Lo destacado