Este jueves 26 y viernes 27 de noviembre a las ocho de la noche en el Teatro Ángela Peralta, Enrique Ángeles personificará a Giorgio Germont en una historia en donde la protagonista renuncia a la felicidad por amor, una gran producción bajo la dirección escénica de Oswaldo Martín del Campo y la dirección artística del maestro Enrique Patrón de Rueda.No es la primera vez que será dirigido por el maestro Enrique Patrón de Rueda; en el 2013 trabajó con él en la ópera Payasos, producida por el Instituto de Cultura de Mazatlán, y trabajar nuevamente con él lo emociona porque ya conoce su calidad y vasta experiencia musical.
“Enrique Patrón de Rueda es una figura con gran trayectoria en la ópera en la Ciudad de México y en todo el País. Lo conozco desde niño y desde entonces es una figura reconocida, todo el que esté involucrado en la ópera lo conoce. Trabajar con él es una gran experiencia y un gran aprendizaje, protege mucho al cantante. Para mí es el mejor director de México y en varios lados del mundo”, puntualizó el barítono.
Sobre su personaje expresa que Giorgio Germont es muy estricto, un ser humano apegado a ciertos valores, respetuoso de las reglas morales de su tiempo… un padre que cuida mucho la reputación de su familia ante la sociedad, por ende, es terco y cerrado, sobre todo cuando descubre que su hijo Alfredo Germont está enamorado de Violetta, la protagonista de la historia, una… prostituta.
Desde hace cuatro meses se prepara para representar a Giorgio y durante ese tiempo se ha dedicado a analizar, conocer y comparar las diferentes traducciones de La Dama de las Carmelias, -obra de Alejandro Dumas en la que está basada la historia-, y las diferentes puestas en escena de la ópera del italiano Guiseppe Verdi.
Enrique Ángeles asegura que La Traviata es una de las óperas más populares del mundo, reconocida por su música entrañable y los intensos sentimientos de sus personajes.
Finalmente destacó que la Escuela de Música y Canto del Instituto de Cultura de Mazatlán está produciendo “un semillero de voces” para la ópera, y calificó de “admirable” la labor de los maestros Enrique Patrón De Rueda y Martha Félix, pues gracias a sus amplios conocimientos, los alumnos tienen la facilidad de despuntar rápidamente hacia escenarios nacionales e internacionales.