Volver arriba

El concierto, cuya primera parte estuvo amenizada por el pianista Sergio Freeman, mostró la delicadeza y finura de los vozarrones de Athenea Reyes y Karen López con la interpretación de la pasional Habanera de Georges Bizet y las dolosas piezas Cruda Sorte de Gioachino Rossini, Un bel dì vedremo de Giacomo Puccini y Song of The Moon de Antonín Dvo?ák.Al término, el tenor Fernando Landeros se plantó con fuerza  y con su inigualable carisma se ganó al público con las zarzuelas: Carceleras de Ruperto Chapi, No Puede Ser, de Ignacio Solozábal y el romántico bolero Quiéreme Mucho junto a la mezzosoprano Athenea Reyes.
En la segunda parte, el maestro Freeman abandonó el escenario para darle paso al Mariachi Juvenil Mazatlán, quien junto al tenor y a la mezzosoprano cambiaron el rumbo del concierto con una serie de canciones rancheras.
El Son de la Negra, Cielo Rojo de Juan Záizar, Prometiste de Pepe Aguilar, Paloma Negra de Tomás Méndez y los duetos Fue un Placer Conocerte de Juan Gabriel y Si nos Dejan de José Alfredo Jiménez, fueron las canciones más aclamadas por parte del público de Casa Haas.
Los asistentes, inconformes con el programa, pidieron “¡otra!” y los artistas complacieron al respetable con El Corrido de Mazatlán, pieza que fue pasionalmente coreada y aclamada con chiflidos y aplausos.
Al finalizar, el público se alzó de pie para despedir a los cantantes entre aplausos y degustar una mesa con bocadillos y vino tinto especialmente montada para la ocasión.
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

Lo destacado