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En este libro ilustrado por Gabriela Itzagueri Mendoza Sánchez, el poeta, catedrático y filósofo realiza un homenaje a su perro, “Chucho”, demostrando así que el acto poético puede originarse desde las cosas más sencillas cuando éstas tienen una carga significativa para el ser humano.Javier Acosta destacó la sencillez, la honestidad y brevedad con la que elaboró este libro que nació como un pequeño proyecto de 13 poemas, creció hasta un total de 19 y actualmente sigue engrosándolo con la escritura de nuevos poemas.
La soledad, la confesión de lo que es más doloroso y entrañable, la expresión de preguntas e inquietudes filosóficas, el humor y el amor recorren el libro en una serie de poemas compactos que demuestran la maestría de Javier Acosta en las formas breves de la poesía.
Ambos escritores se encargaron de leer algunos de los poemas con la intención de involucrar al público en un recorrido entre el pensamiento y la belleza del lenguaje, y, en la parte final de la presentación, los asistentes se integraron al diálogo para expresar sus propias emociones e ideas de la relación antiquísima y entrañable que cada uno de ellos tiene con el animal conocido como “el mejor amigo del hombre”.
 
 
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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