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Cuando la noche era joven,  Banda Playa Grande, Paola Preciado y Grupo Código FN se encargaron de calentar el paseo más tradicional de la Perla del Pacífico con sus mejores éxitos al ritmo de banda, corridos y música norteña.Cuando los ánimos ya estaban caldeados, llegó el turno de uno los cantantes de banda que mejor han sabido labrar su carrera en solitario: Luis Antonio López “El Mimoso” y su Banda Qué Chulada, que con casi 20 años de trayectoria plagada de éxitos tenía a sus pies a una legión de seguidores esperándolo.
“Arriba mi Sinaloa”, “El sauce y la palma” y “El sinaloense” fueron la primera descarga que “El Mimoso” lanzó en esta noche para que el público sintiera el arraigo a su tierra y a su gran tradición musical para después desprender el primer coro monumental del evento con “Que te ruegue quien te quiera” y “Penas tras pena”.
Minutos más tarde, el tema “Típico clásico” hizo que los teléfonos celulares se alzaran por todo lo alto para capturar a este ídolo del pueblo que con su carisma y potencia vocal ha conquistado los escenarios más importantes de México
“El toro viejo”, “El rey”, “El toro mambo” y “Las leyes del querer” desataron la algarabía del público que seguía y seguía creciendo para engancharse con el más reciente tema de “El Mimoso”, “Tu mentira”; y luego reventar de alegría en un gran canto con “El corrido de Mazatlán” y así despedir al primero de los colosos de la banda de este martes de Apoteosis.
¡Ay amaaaaaaaá!… épico, Pancho Barraza
Hay artistas que aún sin retirarse ya tienen grabado su nombre con letras de oro en la historia: Pancho Barraza es, sin duda, uno de estos talentos fuera de serie que a lo largo de 25 años de carrera han impreso su sello y su estilo en la música de banda.
Miles de gargantas unidas en una sola voz lo confirmaron, tema tras tema, coro tras coro cada vez que “El poeta del amor” disparaba auténticos himnos como “Al ver que te vas”, “Ni el dinero ni nada” o “Arráncame la vida” que pusieron a brinca, bailar y sacudir al público con la potencia de su Banda Santa María.
Con bailes, bromas, diálogo con el público y, sobre todo, con su voz entonada y recia, Pancho hizo crecer su leyenda tema tras tema: ya fuera en “Nuestro amor”, “Ojalá que no” o “Paso a paso”, él y sus músicos demostraron su arrastre, su conexión privilegiada con la audiencia y la capacidad de saltar de un ritmo a otro con intervenciones precisas, y preciosas, de su trompetista, acordeonista, timbalero, guitarrista o cualquier atrevido solo que emergiera del alma y la entraña de estos t

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