“Vengo a Mazatlán desde que estaba recién nacido, mi mamá es de aquí, casi toda mi familia, y por lo menos dos veces al año he venido siempre, me siento en buena parte mazatleco. Mis influencias musicales las conocí en Mazatlán, aquí había un contacto más directo con Estados Unidos, con mucha música “rara” que se estaba produciendo, algo que yo no tenía en Texcoco. Aquí conocí a mucha gente que me enseñó: Paco Rosas, del grupo Pumcayó, Fernando Martínez, toda la gente de “El Tamal”, que estaba aquí en Olas Altas, y creo que algo de eso está en mi música”.El pasado sábado, con los Portales de Canobbio a su espalda, Mijangos interpretó buena parte de su más reciente producción “De invierno a primavera”, la primera producción de HM Project, que es su propuesta como solista.
“Este proyecto surge de la necesidad de tener una identidad, una voz propia que no tenga limitaciones. Decidí hace mi proyecto para tomar las decisiones sobre mi música. Y el disco plasma una dinámica de altibajos y contrastes que define los cambios de las estaciones, la transformación de la naturaleza que también se refleja en el ser humano a lo largo de la vida y de llevar todas estas vivencias a la música”.
Mijangos, en compañía del contrabajista Vico Díaz y del baterista Archie Salcedo quedaron gratamente sorprendidos ante la organización del Jazz Fest Chilo 2016, y sobre todo, ante la respuesta del público porteño.
“Estamos muy contentos de venir, la organización nos trató de lujo, gracias a Julio Recinos, Manrry Fuentevilla y al Instituto de Cultura de Mazatlán. Yo no me esperaba para nada lo que fue el Festival. Me ha tocado asistir a festivales en los que dan cualquier espacio para tocar y yo no venía con mucha expectativa. Cuando veo el escenario en la Plazuela Machado se veía muy imponente, desde arriba podía ver toda la plazuela llena de gente y poniendo atención a tu música, eso hace que nos llevemos una energía muy bonita y ojalá se pueda volver a dar en el futuro”.
En esta esperanza del regreso, Mijangos también cree que Mazatlán puede convertirse en una potencia musical en el Norte de México.
“Mira hay algo que siempre yo he visto y dicho: en Mazatlán hay un talento nato, yo lo viví muy de cerca con los músicos de aquí. Pero me parece que hay un problema, que cuando los jóvenes crecen tienen que emigran a otras ciudades y allí se rompen sus proyectos y siento que aquí sí es común el pensamiento de ‘como músico no la vas a hacer’. Creo que si existiera continuidad, si hubiera más foros, espacios, escuelas que manejaran otros géner