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Antes de iniciar con el espectáculo, José Miguel Rivera dio la bienvenida a los asistentes y les explicó que la dinámica del recital consistiría en interpretar primero la versión original de algunas piezas clásicas, para después reinterpretarlas a base de arreglos jazzísticos hechos por él y su compañero. 
De igual forma, el maestro de piano y miembro de la Camerata Mazatlán, explicó que esa dinámica nació a partir de la idea que tiene Alán Izquierdo para impartir un taller en el que los jóvenes puedan aprender a improvisar y mezclar distintos estilos musicales por su propia cuenta.
 
“Moonlight Sonata” de Ludwig Van Beethoven y “Nocturno Cm, Op. 48, no 1” de Frédéric Chopin fueron las primeras interpretaciones del programa y envolvieron al público en un intenso viaje emocional hasta el final la velada.
 
“Des Abends Fantasiestucke, Op. 12” de Robert Schumann y “Preludio Op. 3, no. 2” de Serguéi Rajmáninov, que fueron modificadas con arreglos jazzísticos, mostraron el virtuosismo, la creatividad y el compromiso de los músicos.
 
“Si todavía viviera Chopin, no sé qué opinaría sobre nuestros arreglos, pero ojalá le gusten”, bromeó con el público Alan Izquierdo antes de ejecutar “Berceuse Op. 57”, última pieza del programa.
 
Como encoré, los pianistas improvisaron en “si menor” y en “do sostenido menor” a petición del público y estrenaron la canción Bossa Nova Mazatlán de Alan Izquierdo, inspirada en los ritmos típicos del Brasil.
 
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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