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Esta propuesta dirigida por los españoles Virginia García y Damián Muñoz, y creada e interpretada por Omar Carrum, Johnny Millán, Karla Núñez, Renato González, Aura Patrón, Xitlali Piña y Claudia Lavista enlazó el performance, video, danza y poesía para montar una reflexión sobre las debilidades humanas.En seis monólogos físicos, la lujuria, la violencia hacia otros o hacia uno mismo, la pereza, la embriaguez y los excesos jadearon, tronaron y sedujeron al público con un arsenal de recursos: teatro, música, baile, luces y una pequeña intervención en la que el público arrojó (literalmente) al escenario sus culpas, vergüenzas y pecados, crearon una fuerte tensión que no disminuyó hasta el final del evento.
Las proyecciones de “El Cuerpo del delito” funcionaron como una especie de hilo conductor, ya que cada coreografía estaba marcada por el contenido visual, un elemento que permitió que la imaginaría de los artistas se decuplicara y forjara un ambiente denso en el que los bailes salvajes, los desnudos, las ráfagas de luces, las atmósferas perturbadoras o cautivantes envolvieran a la audiencia.
Con “El Cuerpo del Delito”, La Intrusa y Delfos Danza Contemporánea, refrendaron que en las artes escénicas los creadores está encaminados a generar experiencias, espejos o pasajes que confronten al espectador con su propia vida.
Y, en el caso del marasmo de “El Cuerpo del Delito” el público no tuvo más remedio que mirar, de frente o de reojo, a esos momentos en los que cada quien ha roto sus códigos morales para sufrir o gozar las consecuencias.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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