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Tiene 28 años, es enfermero y aunque desde hace varios años ha soñado con ser Rey de la Alegría, su inscripción en este concurso fue una decisión repentina, casi improvisada.  Este viernes intentará conquistar la corona.“Todo surgió en una semana: Vi la convocatoria y estuve una semana pensando. En mi familia tenemos un grupo de Whatsapp y por ahí les dije  ‘me quiero inscribir  para competir por la corona de Rey de la Alegría’. La primera que contestó fue mi mamá, me dijo ‘adelante, yo te apoyo’ y entonces dije ‘de aquí soy’. Al siguiente día me inscribí”.
Escuchar a muchas personas gritar su nombre el día de la presentación de candidatos en el Teatro Ángela Peralta, sentir día a día el calor de nuevas personas y tener el apoyo incondicional de su familia, trabajo y amigos, son experiencias que lo han motivado a trabajar duro para conseguir miles de votos entre la gente.
En esa búsqueda de votos económicos ha vendido bollitos, gelatinas y arroz con leche preparado por su hermana; organizó una rifa de una motocicleta y finalizará su campaña con un show “sólo para mujeres”.
Jesús Antonio Ochoa sabe que la competencia está muy reñida, pero para él ganar no es lo más importante sino disfrutar el camino, llegar a la meta y estar a la altura del Carnaval Internacional de Mazatlán,  considerado de uno de los más importantes del mundo. 
En caso de ser coronado como Rey de la Alegría, Jesús Antonio promete proyectar a Mazatlán a nivel nacional e internacional, promover  sus atractivos turísticos como el faro, el malecón, la zona dorada y la vida cultural que ofrece a la comunidad local y extranjera residente en el puerto.
Finalmente  visualiza mucha alegría en el próximo Carnaval de Mazatlán y una espectacular  fiesta  con mucha pirotecnia y gente a montones.
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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