Volver arriba

Organizada por el músico Julio Recinos, Proyecto Centro Histórico, el Instituto de Cultura de Mazatlán, el Instituto Sinaloense de Cultura y el Patronato del Festival de Jazz, la Cena COSINAR 2017, reunió a amantes del jazz. Lo recaudado servirá para preservar e impulsar el desarrollo del Centro Histórico. Primero a ritmo de paté francés, ceviche de callo de robalo con coco, crema de calabaza con langosta, lechón confitado, puré de zanahoria rostizada, Tarta tatín, pastel de limón y otras delicias, la imaginación y el talento de los chefs Héctor Peniche, Luis Osuna, Marino Maganda, Diego Becerra y Julián Portugal cautivaron el paladar de cientos de porteños que entre risas, gestos de asombro y un chispeante ánimo llegaron al plato fuerte de la noche: la música.
Alegre, cálida y misteriosa, la cantante irlandesa Louise Phelan tomó el gran escenario ubicado frente a los portales de Canobbio para hacer que el terciopelo de su voz cubrieran al público;  poco a poco, hizo que más  porteños se agruparan en los alrededores de la plaza: restaurantes, esquinas y azoteas, un nuevo público que devoró atento cada nota y palabra.
Entre temas de su autoría como “Take” y “Why?” y clásicos de jazz como “How high the moon?”, “Embrace me”, “What a wonderful world”, “La vie en rose”, “On Green dolphin street” Phelan,  estuvo acompañada por el pianista Tomás Krumm; Israel Cupich, en el bajo y Pablo Prieto en la batería, un conjunto fresco y cargado de energía que creó un ambiente sensual, sofisticado y cálido.
Su gran capacidad para improvisar con la voz, la brillantez de su canto y el gran swing y emoción con el que impregnó cada palabra hicieron que Louise Phelan cerrara con broche de oro una noche que cautivó de principio a fin la imaginación y los sentidos del público en el que sin duda será uno de los grandes eventos del Mazatlán Jazz Fest Chilo 2017.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

Lo destacado