La tarde de este martes la Galería Ángela Peralta abrió sus puertas al reconocido actor mexicano, dueño de una amplia experiencia teatral acumulada a lo largo de casi 50 años de vida en los escenarios.Invitado por el Instituto Municipal de Cultura para participar en el Festival Internacional de Teatro “Escena Mazatlán 2017, el primer actor llegó al puerto junto a la Compañía Nacional de Teatro para protagonizar la obra “Conferencia sobre la lluvia”, que el maestro Juan Villoro compuso a partir de hermosas citas literarias para construir una reflexión sobre la condición humana a partir del arte de la digresión.
Durante la reunión con los medios de comunicación el actor de teatro y cine, docente, gestor y funcionario cultural, destacó la vasta tradición del teatro nacional que desde el siglo 19 ha impregnado la vida de todo México a través de la creatividad de maestros como los actores Ignacio López Tarso y Ofelia Guilmáin o los dramaturgos Luis de Tavira y Juan José Gurrola.
Destacó que, contrario a lo que se llegó a pensar, hoy muchísimos jóvenes buscan hacer del teatro su profesión.
Con 49 años de experiencia como actor, Beristáin evocó sus raíces familiares (es hijo del actor Luis Beristáin, dirigido por Luis Buñuel en “El Ángel Exterminador”; es hermano del cinefotógrafo Gabriel Beristáin, director de fotografía de filmes tan diversos como “Caravaggio” o “Iron Man”; y es padre de la cineasta Natalia Beristáin) para recalcar que en él, el teatro ha sido siempre un asunto de pasión y perseverancia.
“Imagínate no he hecho nada en mi vida que no sea actuar”, dijo con picardía este ícono del teatro mexicano que saltó a la fama internacional en los años 70 gracias a su participación en “El castillo de la pureza”, un clásico de Arturo Ripstein.
Generoso en sus reflexiones, Beristáin reflexionó sobre dos herramientas que para él son esenciales para toda profesión, pero que sin éstas ningún artista puede aspirar a nada valioso: pasión y perseverancia.
“Hay muchas clases de éxito y uno de ellos se logra cuando después de muchos años aún te encuentras con libretos sobre tu escritorio. Eso quiere decir que has hecho un buen trabajo y eso no es fácil. Eso se logra pensando en el teatro como una carrera de resistencia… con obstáculos”.
Como hombre de convicciones, A