Ni el cambio de ubicación, ni el replanteamiento de logística fueron obstáculo para que el maestro Jorge Márquez pusiera en este evento a la cereza del pastel de una emocionante carrera de más de 20 años en la que ha creado una innumerable cantidad de espectáculos piromusicales que lo han llevado a conquistar campeonatos en el mundo. Alrededor de las once de la noche, los mazatlecos reunidos a lo largo del malecón vieron como la primera ola de fuegos artificiales iluminó la penumbra del litoral mazatleco para recordar el fallido intento de invadir el puerto por parte de la fragata francesa “La Cordelliere” en 1864.
Del Monumento a la Continuidad de la Vida hasta la Casa del Marino, la multitud carnavalera vio como más de 10,000 crisantemos, cometas, monotiros, bengalas, volcanes y bombas con efectos sonoros formaban una espesa nube blanca que solo se veía trastocada por la explosión de un nuevo cohete.
Lo que inició hace 154 años como una férrea batalla a cañonazos, es en nuestros días motivo suficiente para celebrar el triunfo de los mazatlecos contra los franceses con un alucinante espectáculo que ilumina el cielo porteño todos los sábados de Carnaval con majestuosos mosaicos multicolores que danzan en las alturas al ritmo de la música y que se ha convertido en una tradición que cada año logra convocar a miles de familias porteñas y turistas junto al mar.
A lo largo de 30 minutos de explosiones continuas, el último fuego artificial se desvaneció con los rescoldos del olor a pólvora quemada; fue entonces cuando el público porteño dejó sentir su emoción y respondió con aplausos ante el gran despliegue pirotécnico en la tercera de las grandes noches del Carnaval de Mazatlán.
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Fireworks illuminate the bay during the Naval Combat
On Saturday night, thousands of patasaladas gathered on Paseo Claussen and were caught with the magic and color of the traditional Naval Combat, which in this edition surprised everyone with more than ten thousand fireworks.