Volver arriba

La seguridad que el maestro mostró desde sus primeras ejecuciones, como la “Fantasía en Re Menor K. 397” de Wolfgang Amadeus Mozart, o la “Sonata N° 8 Op. 13, o, Patética”, de Ludwig Van Beethoven, impresionó al público, al que no le importó estar de pie con tal de disfrutar del concierto de este talentoso maestro cuya formación académica se dio en Ciudad de México y Moscú, Rusia. A partir de ahí, el maestro Pérez compartió con los asistentes su admiración por la música Frédéric Chopin a través de un repertorio de canciones del compositor polaco: “Opus 41” y “Rondo caprichoso” crearon una atmósfera de dramatismo; mientras que “Scherzo Op. 31 no. 2” y “Andante Spianato y gran polonesa brillante Op. 22” inundaron de claro-oscuros musicales la Casa Haas entre una nostalgia penetrante y pasajes alegres.
Satisfecho por haber complacido al público y agradecido por los aplausos recibidos, Eduardo Pérez Franco se despidió con una breve pero poderosa pieza extra de  Piotr Ilich Chaikovski.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

Lo destacado