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Con un programa compuesto por 13 grandes clásicos de la canción latinoamericana, las 39 voces del Coro Ángela Peralta contaron, por primera vez en su historia, con la dirección de la maestra María Devaki Murillo. “Te quiero”, de Alberto Favero, abrió el recital creando una atmósfera preciosa que envolvió inmediatamente a la audiencia en la calidez y sensibilidad exhibida por este grupo de artistas que, sin ser profesionales, demuestran en cada presentación que la disciplina y la entrega son cruciales para forjar el talento.
La nostalgia y el romanticismo se apoderaron de las almas del público en temas como “La flor de la canela”, interpretada por Rodrigo Becerril; “El triste”, en la voz de Manuel Salas, o “María La O”, interpretada con gran dramatismo por Itzel Furichi.  
Si los dúos y temas en solitario fueron vitales para que afloraran los talentos individuales, las ejecuciones en conjunto impresionaron vivamente a todos los presentes pues permitieron apreciar cómo las voces se acompañaban, destacaban por secciones y lucían una amplia variedad de tonalidades y registros.
“Siempre en mi corazón”, de Ernesto Lecuona; “Viento norte”, de Carlos Guastavino y en especial, “Alfonsina y el mar”, de Ariel Ramírez, conmovieron profundamente al público por los alcances artísticos del Coro Ángela Peralta en este recital que  exhibió la capacidad de la maestra Murillo para sacar lo mejor de cada uno de sus integrantes.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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