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Elizabeth Porras, una de las organizadoras, respiró sus primeros aires carnavaleros hace una década. Originaria del Norte de California, esta inquieta dama adoptó hace 20 años a México como su hogar y a Mazatlán como una tierra para dejar huella.“Hay bastantes boletos vendidos, y es una oportunidad para que toda le gente pueda participar en lo que es el Carnaval, y para revivir lo que es la tradición del blanco y negro, de los bailes antiguos, se visten con disfraces de tiempos pasados y habrá un concurso de mejor vestuario, van a estar presentes el Cónsul de los Estados Unidos, el Cónsul de Canadá, el alcalde de Mazatlán, Carlos Felton, y su esposa Silvia Treviño”, aseguró Porras.
Para ella, este baile es la oportunidad de vivir un sueño, bailar tras el misterio de una máscara, un salón de encantos y elegancia, hermanarse con los carnavales más tradicionales del mundo, sumirse en los palacios de la noche.
“No había nada en donde la gente común pudiera disfrutar, menos en Olas Altas, de un baile tradicional como lo hacen en Nueva Orleans, en Venecia,  todos esos lugares tienen sus bailes de máscaras, y como me dijeron que hace 25 años tenían aquí el baile de blanco y negro me dije ‘¡porque no hacerlo, es una cosa bellísima!’ Y aquí tenemos el Club Muralla cerca de Olas Altas, cerca de todo para llevar a cabo un baile así, por eso yo retomé esta tradición, vamos a ver cuántos años dura; y es una forma de que la gente común pueda ir en el desfile, porque los ganadores del concurso de disfraces irá en el desfile”.
Después bailar bajo los ritmos del Grupo Fussion, Elizabeth asegura que los disfraces y máscaras salen en dirección a Olas Altas y allí, entre los bufidos y repiques de las bandas, las dos fiestas, fantasía y tradición popular, se hacen una.
La velada, que tendrá un costo de 500 pesos, será organizada por la Fundación de Caridad de Mazatlán, habrá una fuerte presencia de extranjeros, tanto de la comunidad estadounidense y canadiense que vive en el puerto, como de los turistas que están aquí para gozar del Carnaval.
La invitación, una oportunidad para bailar y charlar detrás de un disfraz, está abierta a todo el público. Los boletos pueden adquirirse a la entrada del Club Muralla, a un costo de 500 pesos con derecho a dos bebidas y a buffet.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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