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“Tercera Llamada” contiene, como el nombre lo indica, tres exposiciones, tres rostros pictóricos en los que el artista porteño despliega sus visiones, inquietudes, experiencias y arduo trabajo, en donde transmite su convicción de que el arte y la cultura son una vía fundamental para construir una sociedad mejor.
En obras como “Hiperciudad”, “La memoria” o “Anatomía de un pez”, Ramírez Ordaz crea un trabajo en el que destaca la exploración de la tercera dimensión, a través de materiales como el MDF, una especie de madera y plástico, que le permite crear formas flexibles llenas de uno de los mayores distintivos de su trabajo, los colores cálidos.
En otra sala del Museo Casa Haas, se encuentran trabajos en los que el maestro trabajó con materiales reciclables como estopas, fibras y costales, para crear cuadros que incitan al sentido del tacto y apelan a una visión cósmica y sagrada de la vida: “Amir profundo”, “Vórtice” y “El tesoro más grande del mundo”, son ejemplos de esto.
En su etapa más reciente, el artista explora la identidad sinaloense, su carácter festivo, ruidoso, plagado de música y sensualidad, algo que puede apreciarse de forma clara en cuadros como “El sauce y la palma” y “La reina del sur”.
Daniel Ramírez busca expresar su intensa inquietud creativa al explorar materiales, formas, colores y texturas, también tiene el objetivo de transmitir mensajes de carácter social que inciten a la reflexión, prueba de ello son “Liberación” y “El sacrificio”, en donde, respectivamente, se habla sobre la plenitud de aceptar la propia sexualidad y también, sobre el trágico destino de los migrantes centroamericanos.
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Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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