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Desde el lobby, el Teatro Ángela Peralta recibió al público con los brillantes y amarillos ojos de un gato negro colgando por lo alto; más arriba, una enorme luna blanca, y abajo dos pequeños gatos, uno negro y uno blanco, que fueron la presa de cientos de cámaras que buscaron un primer recuerdo de dos funciones memorables organizadas con el apoyo del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán.Tras 20 años de ausencia en territorio nacional, el productor Gerardo Quiroz juntó a un reparto de primer nivel que bajo la dirección de Lilia Sixtos y Jaime Rojas dieron vida a la entrañable visión del legendario compositor y productor teatral Andrew Loyd Webber, quien en los años 80 tomó el texto “Old possum´s book of practical Cats” del poeta inglés T.S Eliot, en donde el Premio Nobel de Literatura 1948 plasmó su amor e ideas únicas sobre el mundo de los felinos.
Estelarizado por Rocío Banquells en el papel de “Grizabella”, Enrique del Olmo como “Gatusalem”, Edgar Cañas como el “Punk Rock Terco” y “Manuel Gorka” como “Gus, el gato actor”, “Cats” narra la historia de la manada de los gatos jélicos, quienes como cada año se reúnen en su colosal basurero para la “elección jelical” y determinar quién habrá de renacer a una nueva existencia.
Uno a uno, los extravagantes felinos exponen sus vidas, y trátese de gatas comodonas y mimonas como la “Bombonachona”; sexuales, ingobernable y carismáticos como el “Punk Rock Terco”; pintorescos y jocosos como “Górdocles Cruz”; Pícaros y ladrones como “Pingurriento y Rompetrizas”; nostálgicos y tiernos como “Gus, el gato actor”; obsesivos y serviciales como “Mirringo”; peligrosos y violentos como “Nefástulo”; o asombrosos y, literalmente, mágicos, como “Micifustófeles”, todos gozan de una existencia única y exuberante que los convierte en serios candidatos para llegar El Edén Sideral.
Sin embargo, pese a que esta colección de extravagantes gatos, baila, canta, realiza acrobacias, números de magia, pequeñas obras teatrales, números de tap e hilarantes farsa, entre ellos parece no existir lugar para la dolorosa y lamentable historia de “Grizabella”, la flor sensual que, en el último suspiro de su existir, se aferra a un triste canto que expresa su hondo anhelo por la vida, pasada, presente y futura.
Al final, en el momento cumbre de la elección, “Grizabella” logra hilvanar, tras una serie esfuerzos, y sobre todo, tras el rechazo y agresión de la manada, el himno que encierra la filosofía que esta espectacular propuesta sugirió por poco más de dos horas. “Recuerdos”, tema de Trevor Nunn que señala la búsqueda de un sentido de la vida que ama con la misma intensidad las c

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