Desde 1898 los principales escenarios urbanos de la ciudad se decoran con motivos alegóricos para exaltar el espíritu carnavalero entre los mazatlecos y quienes visitan el puerto.En la segunda mitad del siglo XX, esta tradición estuvo a punto de perderse; sin embargo, desde 1990, vestir al malecón y la Plazuela Machado con monigotes artísticos le ha dado renovados bríos, alimentados por la admiración estética o la polémica mitotera.
Este año el arte escultórico da vida a alebrijes y dragones. El primer monigote colocado sobre el malecón fue Pío – Cabeza Madame, obra escultórica de 8 metros de altura creada por el artista plástico regiomontano Jorge González Neri.
La fuerza, la astucia, la destreza y la terminación de un puñado de hombres del equipo de Operaciones del Instituto de Cultura de Mazatlán, fue determinante en todo el proceso: desde sacar el monigote de su nicho de creación, hasta su traslado en una plataforma rodante sobre la Avenida Miguel Alemán, Olas Altas y Avenida del Mar hasta llegar al cruce con la Av. de los Deportes, su destino final.
Pío – Cabeza Madame está inspirado en las princesas y dragones de los cuentos y películas infantiles, donde prevalecen los enredos con caballeros valientes, santos bendecidos y dioses paganos iracundos y vengativos, historias con finales felices.
Carrera con el tiempo es otra colosal escultura que muestra su gran altura y voluptuosidad mezclada con una soberbia combinación de colores que atrapan la vista.
Esta obra gigante cuestiona cuánta lentitud se requiere para lograr la mutación de un caracol en bestia fabulosa cuya villanía ilustre hazañas de santos y guerreros o genere escalofríos nocturnos en pesadillas indigestas.
En los siguientes días aparecerán sobre el malecón y la Machado, el Dragón polinesio, Carnaval de babuchas, Elegancia alada, Carnaval del Sol, Una diva con patas largas, Cabalgata vikinga, Pío –cabeza de gato, Un alebrije inmortal y Equilibrio frágil.