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Bambis dientes de leche interpretado por su autor Antón Araiza puso al centro del escenario temas que despiertan pasiones: el futbol, el teatro y la perseverancia por alcanzar los sueños.

El monólogo que este 2023 llega a su primera década y supera las 200 representaciones se presentó ante el público porteño el pasado jueves, en el cuarto día de la XII edición del Festival de Teatro “Escena Mazatlán”.

En la historia Luis de apenas cinco años, habla de la pérdida, del miedo, de la frustración por no compartir el gusto por el futbol, mientras junto a su familia ve en la televisión la final del partido entre México y Alemania en el Mundial de 1986.

En este montaje que recurre al teatro físico, el cuerpo y los movimientos del actor son el principal instrumento de comunicación mientras los cambios de iluminación, un balde con agua y un trapeador ayudan a complementar las escenas abotagadas de movimientos precisos, zapateados y deslizamientos sobre el piso mojado para dar un ritmo vertiginoso a la historia.

La historia del niño a quien nunca le gustó el futbol pero siempre intentó ver la cancha del estadio y a los espectadores como una experiencia que se puede convertir en algo tan especial como cerrar los ojos, pararse sobre el césped y soñar a los 12 años de edad con ser actor en medio del gran teatro de la vida.

El monólogo dirigido por David Jiménez Sánchez provoca que entre los recuerdos de un niño aparezcan los grandes jugadores del Mundial del 86: Schumacher, Sócrates, Franz-Beckenbauer, Hugo Sánchez, capaces de unir al mundo por un balón, de emocionar a un menor de edad, pero incapaces de despertar en él, el gusto por el futbol.

En la tercera llamada se hace el silencio, se dibuja un túnel enorme y al final de la luz el Bambi -integrante del equipo infantil de futbol Bambis categoría dientes de leche- insiste: “Quiero ser actor, estar ahí, pisando el césped, escuchando la respiración de 100 mil espectadores, escuchando que nos suenen los zapatos, quizá cuando ya no tenga dientes lo logre”, así termina la historia de futbol, de miedos, inseguridades que empequeñecen ante la firme determinación de alcanzar un sueño.

Al finalizar su actuación Antón Araiza agradeció al público por su presencia y felicitó al Lic. Raúl Rico, director general del Instituto de Cultura de Mazatlán; a la Directora Artística, Abril Márquez, al Maestro Ramón Gómez Polo, coordinador de la Escuela de Teatro del Centro Municipal de las Artes, por la organización de Escena Mazatlán; al personal de taquilla por la atención al público y al área de tramoya por el mantenimiento del Teatro, – el estadio de los artistas-.

Éste artículo fue publicado en Festival Escena Mazatlán Prensa, Prensa, Teatro Angela Peralta Prensa. .

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