Divertida e interesante mañana de aprendizaje disfrutaron decenas de niños, alumnos del nivel básico al visitar recintos históricos e ingresar por primera al Teatro Ángela Peralta, recorrer la Galería Rubio y explorar Casa Haas, donde una cuenta historias los recibió con cuentos de la región.
Gracias a las visitas guiadas que ofrece el Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán a la sociedad, instituciones educativas públicas y privadas de todos los niveles pueden acceder y aprender, como lo hicieron los 22 niños de segundo grado de la Escuela Primaria “Insurgentes”, y 60 infantes del Jardín de Niños “Antonio Martínez Atayde”.
Los visitantes fueron recibidos en la Galería Rubio donde la narradora Tábata Arce contó detalles sobre la exposición colectiva “Estampas intangibles en el tiempo”, del Taller de Artes Gráficas Rafael Ávila, el recorrido continuó con el acceso al Teatro Ángela Peralta que causó gran sorpresa a los visitantes pues nunca habían ingresado, después con crónicas y detalles aprendieron datos importantes del máximo recinto cultural de Mazatlán.
Para la docente Sarahí Becerra de la Primaria “Insurgentes” estas actividades son muy importantes pues desarrollan la creatividad a los infantes, motiva la lectura, les desarrolla el pensamiento crítico para que ellos aprendan de la cultura de Mazatlán.
A sus siete años de edad el niño Eduardo López desea convertirse en un cineasta, filmar películas y documentales y consideró que la visita del día fue muy enriquecedora.
“Me gustó mucho todo esto (conocer el Teatro Ángela Peralta y Casa Haas). Fue padre lo de los cuentos, pero lo que más me gustó fue el primer cuento, el del sapito. Les diré a mis papás que me gustó mucho estar en el Teatro”, indicó con entusiasmo.
La niña Génesis Ontiveros con emoción dijo que ha vivido un gran día, y fue muy emocionante la experiencia de estar en el teatro.
“Todo bien, y hasta me emocioné de más porque nunca había venido a un teatro. Me gustó el cuento de la ranita y el de la cabra. Le contaré a mis papás que escuché un cuento de una cabra muy pequeña que se comió a la familia de una niña y luego explotó la cabra”, afirmó.
En su estancia en Casa Haas la cuenta cuentos Ángela Camacho narró a su estilo “El sapo que trajo la lluvia”, un cuento típico de la cultura Yoreme, “La cabra cabrina”, historia que se creó en España; cerró la aventura con una historia de la comunidad Tarámaris con “El eclipse de los hermanitos”, y así concluyó una mañana de aprendizaje.