La primera actividad del calendario carnestolendo convocó alrededor de mil porteños, testigos de una gran fiesta con el brillo, el sabor y la alegría de los grandes carnavales del mundo.La presentación de los aspirantes a las coronas del Carnaval de Mazatlán se realizó en el muelle de La Puntilla rodeado por la inmensidad del Océano Pacífico.
El espectáculo se desarrolló sobre un escenario que alcanzó gran altura y amplias dimensiones; en pantallas enormes colocadas sobre ambos lados, el público disfrutó la proyección de imágenes y música de versiones anteriores del Carnaval de Mazatlán.
El entusiasmo colectivo floreció al recordar grandes momentos de la máxima fiesta porteña y subió de tono cuando aparecieron los primeros personajes de la noche.
Con los rostros ocultos por máscaras, hombres con aspecto tribal representaron la pasión carnavalera del pueblo mazatleco a través de danzas frenéticas que invocaron a seres divinos.
Así, entre danzas y música que invitaba a poner el cuerpo en movimiento, aparecieron las deidades que anunciarían con su llegada el lanzamiento de la próxima edición del Carnaval de Mazatlán que lleva por lema “Litoralia: la piel del mar” en alusión a que los mejores carnavales del mundo se realizan junto a la costa.
La emoción creció cuando llegó el momento de la presentación de candidatos.
Las candidatas infantiles fueron las primeras en mostrarse ante el público. Compiten por la corona infantil: Ivanna Romero y Zuszet Guevara. La coronación infantil estará dedicada al Carnaval de Nueva Orleans. Será el lunes 3 de marzo a las 18:30 horas en el estadio Teodoro Mariscal.
Dirigidas por el Dios del Viento las coreografías representaron el movimiento del mar que tras entrar en calma permitió la aparición de las aspirantes a la corona infantil.
La noche mágica fue el marco perfecto para la presentación de los aspirantes al reinado de la Alegría. Quien resulte ganador recibirá la corona el jueves 27 de febrero en medio de un festivo espectáculo dedicado a los carnavales de Cuba.
Invocados por el Dios del Fuego, los bailarines