Alternando estilos, técnicas y emociones, los jóvenes trompetistas ejecutaron un total de ocho piezas. Jesús Aarón Dehesa abrió el programa con Lullaby de Rafael Méndez, posteriormente, creó una atmósfera elegante y parsimoniosa en A trumpeter´s lullaby y remató su presentación con Blue Waves, también de Méndez, y Andante and Allegro, de Guy Ropartz, una de las piezas más celebradas de la noche por su complejidad; la elegancia fue lo que destacó en las interpretaciones del joven Dehesa.Por su parte, Javier Acevedo lució en cada una de sus interpretaciones por un sonido brillante que esbozó por primera vez en el tema Lied, de Eugéne Bozza; en Valse Suriano y Romanza, de Rafael Méndez el joven músico imprimió una serie de sonidos ágiles que estimularon a la concurrencia y finalizó su participación con Concert Etude, de Alexander Goedicke.
A lo largo de la velada, que tuvo una duración aproximada de 45 minutos, se pudo apreciar la excelente comunicación entre los trompetistas y el maestro David Pérez, quien daba suporte y realce a las atmósferas sonoras que el público reconoció con su aplauso, y al final, se premió el esfuerzo y talento de los músicos con un bello arreglo floral.