Entre las antiguas paredes de la Casa Haas, el Instituto de Cultura de Mazatlán, revivió la historia de amor de Nemorino, joven campesino, enamorado de Adina, una rica, bella y caprichosa hacendada.
Los integrantes del Taller de la Ópera lograron la aceptación del público en las funciones del sábado y domingo, al llevar a escena la divertida y paradójicamente conmovedora historia de amor escrita Gaetano Donizetti.
Durante el concierto el ingenio del compositor resplandeció en la voz de solistas y el coro cuya actuación resultó ligera e ingeniosa y en otras muy lírica y sentimental.
Las tiernas melodías del Elixir de Amor fueron acompañadas al piano por el maestro Andrés Sarre y lograron conmover al público
Sobresalen los protagonistas principales Rebeca de Rueda y Penélope Luna (sopranos) como Adina y Andrés Carrillo y Christopher Roldán (tenores) como Nemorino. Estos cantantes seducen al público con sus actuaciones, no obstante han sido merecedores de reconocimientos a nivel nacional.
La atinada dirección de escena es del maestro Ramón Gómez “Polo”; la preparación técnica vocal estuvo a cargo de la maestra Martha Félix y como pianista y preparador destacó el maestro Andrés Sarre. Todos ellos bajo la excepcional dirección y supervisión del maestro Enrique Patrón de Rueda, considerado el mejor director de voces en Latinoamérica.
Nemorino cuyo corazón atormentado lucha por conquistar a la bella Adina, logró conmover al público al interpretar Una furtiva lacrima, una de las arias más conocidas del repertorio operístico.
El cantante Gabriel Navarro salió airoso al ofrecer los momentos cómicos de la noche, durante su actuación como el astuto Dulcamara, médico charlatán que ofrece el elíxir mágico a Nemorino para que Adina se enamore de él.
Durante el desarrollo de la ópera bufa los pupilos de los maestros Martha Félix y Enrique Patrón de Rueda