Entre las antiguas paredes del otrora restaurant Doney, los alumnos de la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán iniciaron su actuación con la coreografía “Yo no vine a dar un discurso”.
Su intérprete y creador Rodrigo de la Cruz, hace un retrato de sí mismo en el que acompañado por una ambientación acústica en vivo, describe el acto de hablar en público a través de una pieza elegante que no compite con lo poético.
Después, Osvaldo Gómez y Cristian Rojas presentaron Pantalla, acto que habla sobre las nuevas formas de comunicación entre las personas a través de la tecnología. Durante la coreografía ambos intérpretes cubrieron su cabeza con un par de cascos como símbolo de las barreras que la tecnología representa en las relaciones humanas.
Como sorpresa, la poetisa Ana Belén López compartió con los asistentes algunos de los poemas de su más reciente creación literaria llamada “Retrato hablado”, serie de trabajos centrados en el tema de la memoria.
Para cerrar con broche de oro, Alejandro Chávez y Fernando Leija coreografiaron Flores para los vivos, propuesta inspirada en los recuerdos de la infancia, una evocación a la inocencia de la niñez y las experiencias de vida que lastiman, fortalecen y ayudan a crecer y disfrutar la adultez.
Fernando Leija explicó que el principal motivo para haber llevado a cabo la velada es que cuatro integrantes de Colectivo Canino están próximos a finalizar sus estudios en la EPDM y quisieron tomar la noche como una graduación antes de su separación pues algunos planean viajar a Alemania, Chile y otros destinos para desarrollarse profesionalmente.
La agrupación artística nació hace dos años cuando Osvaldo Gómez, Rodrigo de la Cruz, Cristian Rojas, Aniela Huidobro, Alejandro Chávez y Fernando Leija, alumnos de la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán, reunieron una serie de obras cortas con el tema en común de las relaciones en pareja.
Al poco tiempo, decidieron grabar el programa y mandarlo a un concurso en una feria del libro en Guanajuato y a pesar de no ganar, sirvió como preludio para la creación de Colectivo Canino.
A partir de eso, trabajaron juntos en un proyecto llamado “Casa tomada” en el que gracias a su esfuerzo durante año y medio fueron invitados a participar en un festival en Colombia, hecho que los motivó a mantenerse unidos en el mundo de la danza.