El pasado martes cientos de personas se congregaron en el Teatro Ángela Peralta para conocer a los contendientes que en la parte culminante de la noche fueron presentados como candidatos oficiales de la próxima edición del Carnaval porteño.
En punto de las 20:00 horas y en un ambiente altamente festivo coronado con la luminosa aparición del gran dragón, el misterio, la magia, el exotismo y la adrenalina atrapó a las almas expectantes que siguieron el espectáculo, a veces en silencio, otras con gritos, aplausos y porras de aliento para su candidato favorito y los artistas.
La presentación del lema y candidatos estuvo acompañada por un espectáculo intenso, luminoso, colorido que logró emocionar y desencadenar reacciones favorables entre el público.
Esa noche se pudo admirar a los dragones y alebrijes, figuras que representarán cada una de las coronaciones: Andrómeda, embajadora de los dragones medievales que aparecerán en todas las actividades de la Reina del Carnaval; Acuario, el alebrije (versión mexicana de los dragones) que acompañará a la Reina de los Juegos Florales; Draco, representante de los dragones orientales presentes en las actividades del Rey de la Alegría y Pólux, el dragón que nunca falta en los cuentos de los niños.
La magia estuvo presente a través de estos extraños seres mitológicos de gran simbolismo en distintas culturas del mundo, que fungirán como estandartes y fieles guardianes en cada una de las coronaciones del Carnaval.
Estos seres coloridos y enigmáticos que darán identidad a la celebración porteña hicieron su primera aparición en la espléndida producción llevada a escena por el Instituto de Cultura de Mazatlán en el máximo recinto cultural del puerto.
El espectáculo fluyó bajo la dirección artística de la maestra Monserrat Millán quien dirigió a más de 50 bailarines, alumnos del Centro de Arte Danzario Vilanova y artistas invitados.
Basado en esa necesidad del hombre por descubrir los enigmas de cielo y trascender los límites de la dimensión humana, el espectáculo retomó el sueño del hombre de volar hacia las alturas en busca de lo desconocido.
Este anhelo de volar cobró vida a través de la danza, acróbatas aéreos, la proyección de imágenes en movimiento y colorido vestuario.