Después de 19 días, la fiesta del espíritu finalizó la noche del pasado domingo con canto, baile y una soberbia combinación de ópera, música vernácula, mambo y sones sinaloenses.El espectáculo reunió a la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes y La Original Banda El Limón, solistas y coreutas que rindieron homenaje a Lola Beltrán, José Angel Espinoza “Ferrusquilla” y Pedro Infante.
El cierre del Cervantino puso a cantar y a bailar a más de 6 mil almas reunidas en la explanada de la Alhóndiga, más las personas que no alcanzaron lugar y se acomodaron en las calles, balcones y techos de las casas aledañas a este símbolo representativo de la Independencia de México.
Bajo la dirección artística del Maestro Enrique Patrón de Rueda, un alegre “Mosaico Sinfónico Sinaloense” clausuró a tambor batiente, la cuadragésima edición del Cervantino, ante una jubilosa concurrencia que al grito de ¡Sinaloa…Sinaloa!, ¡bravos! y aplausos, disfrutó durante dos horas una auténtica fiesta salpicada casi al final por los papaquis y la belleza de las reinas del Carnaval de Mazatlán, Karla Álvarez y Astrid Tirado.
Producido por Raúl Rico González, director general del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, el espectáculo avanzó con fluidez y sin complicaciones técnicas.
Ni el viento que soplaba en contra, impidió el desarrollo del programa en donde la música culta se fundió con la música regional sinaloense para regalar una noche sin parangón, a los guanajuatenses y al resto del mundo.
La actuación de músicos, solistas, un coro mixto, -en su mayoría integrado por miembros del Coro Guillermo Sarabia del Centro Municipal de Artes de Mazatlán- y el Coro Taller de la Ópera de Sinaloa, dio como resultado un agasajo visual y auditivo.
Los primeros veinte minutos estuvieron dedicados a la interpretación de grandes “golpes” de la ópera mundial y fueron suficientes para demostrar al público la calidad artística de los solistas, músicos de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes y el coro.
Las Danzas Polovtsianas de la ópera El Príncipe Igor, abrieron el programa y desde ese momento el auditorio valoró el calibre de la orquesta y los cantantes, en su mayoría mazatlecos.