“Me gustaría ser la Reina para demostrarle al mundo que la mujer mazatleca además de bella es inteligente, capaz de transmitir su orgullo y amor por su ciudad, tan llena de sol, playa, mucha fiesta, pero principalmente de arte y cultura”, afirma la estudiante del tercer año de la Licenciatura en Administración de Empresas.
Candidata a Reina del Carnaval Internacional Mazatlán 2015, Marcela decidió concursar animada por si madre que hace un año le metió ésta idea en la cabeza. Es su primera participación en un certamen de belleza y criterio, pero no quiere pensar que será la última, porque siempre se abren nuevas puertas y oportunidades.
“Lo tomé como una posibilidad, entonces estaba muy ocupada porque aparte de trabajar e ir a la universidad, estudiaba inglés y francés, hasta que dije, es el momento y decidí inscribirme”.
Dispuesta a demostrar que puede con tantas cosas a la vez, estudiar, trabajar en una institución bancaria y ser una digna representante del Carnaval de Mazatlán, Marcela considera que en este momento tiene la madurez suficiente para enfrentar un nuevo reto en su vida.
“Soy una mujer de retos, me motivan los retos, para mí, como para muchas jóvenes, ser Reina del Carnaval es un sueño. Amo a mi ciudad, sus raíces, sus tradiciones y creo que soy una digna representante de la máxima fiesta”.
A escasos días de la gran final del certamen -24 de enero- Marcela asiste a clases de dicción, pasarela y se prepara emocionalmente pues considera importante demostrar mucho temple y seguridad en todos los actos de la vida y ambos, serán vitales para obtener un buen resultado la noche de la elección de reinas.
En medio del estrés de la campaña y sus ocupaciones laborales, familiares y personales, Marcela se siente contenta y decidida a prepararse en todos los sentidos para dar lo mejor de sí en el escenario.
“Este concurso me va a dejar un crecimiento personal muy amplio, me siento ganadora simplemente por participar. Solo son dos coronas y creo es mayor la probabilidad de perder porque somos nueve candidatas, pero soy una mujer con madurez suficiente para aceptar el resultado final, al margen de ganar o perder, una eventual derrota me serviría para darme cuenta en qué me equivoqué, cuáles fueron mis fallas