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Santacruz De la O fue el primero en aparecer en el escenario e inició el concierto con los movimientos Preludio y la Alemanda de la Suite para violonchelo No. 1 en Sol Mayor, BWV 1007 de Johann Sebastian.Al finalizar la segunda pieza, el chelista salió del escenario y la pianista Rocío González Benítez tomó asiento frente a su instrumento para deleitar al público con la pieza Intermezzo Op. 118 No. 2 en La Mayor del afamado compositor alemán Johannes Brahms.
Los músicos unieron sus talentos a partir de la cuarta ejecución y no se separaron hasta finalizar el espectáculo. A partir de ese momento, ambos artistas mostraron al público el delicioso manjar sonoro que produce este par de instrumentos cuando se combinan.
Adagio Sostenuto, Allegro y Rondó (Allegro Vivace) fueron tres movimientos de la Sonata Op. 5 No. 1 en Fa Mayor para Violonchelo y Piano de Ludwig Van Beethoven, que despertaron la alegría en el público con sus energéticas notas.
En contraste, las últimas dos piezas del espectáculo Vocalise Op. 34 No. 14, del ruso Sergei Rachmaninoff, y el Concierto No. 1 en La menor Op. 33 del francés Camille Saint-Saëns provocaron la nostalgia en los asistentes debido a la composición larga y grave de las notas.
Al finalizar la última canción, el público cobijó a la pianista y al violonchelista con un fuerte aplauso.  Éstos se levantaron de sus asientos y decidieron regalar una pieza más después del grito de “¡otra! ¡otra!” de su emocionado público.
 
 

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