En 500 años encuentro de las culturas, el director de la compañía Javier Dzul buscó sumergir al público en un viaje que busca exaltar y preservar la cultura maya de la cual provienen él y sus antepasados. La música de las corografías de “El mundo maya”, primera sección del espectáculo, provocó en el público un trance casi espiritual con piezas como Wayob, Princesas de Xibalba, El poder del Brujo y La serpiente y el Árbol en el cual los bailarines hicieron abundantes referencias dancísticas sobre los chamanes mayas, la fauna salvaje de la región, sus mitos y leyendas y las épicas batallas entre las culturas del México Prehispánico.
Otro de los pilares clave de este gran espectáculo de la Temporada Primavera fue la danza aérea de los bailarines, una variedad de imágenes que complementaban los performances como una en la que la bailarina Chloe Goolsby se montó sobre un aro para representar a Ix-Chel/Diosa de la luna, el amor, el agua y la medicina en esta cultura de la cual es originario el director de Dzul Dance, Javier Dzul.
En la segunda parte “Un mundo nuevo”, la compañía dejó atrás los ritmos épicos y chamánicos para concentrarse en el tema de la conquista: la llegada de los españoles montados a Caballo, el contacto de La malinche y el conquistador Hernán Cortés, la Pesadilla de ser oprimidos por un pueblo nuevo y finalmente el ser obligados a dejar de lado toda su identidad cultural a través de la Inquisición.
“Piratas” busca hablar de México como una mezcolanza de diferentes culturas a lo largo de su vida. Empieza con Confusión, mito maya sobre una diosa que tiene la capacidad de dislocar la cabeza de las personas, avanza con una metáfora sobre la llegada de Piratas a la costa de Campeche y la ausencia de Libertad cuando éstos traen consigo el tráfico de esclavos negros, misma raza que después hace un gran aporte a la vida cultural del país con estilos como el Mambo.
“Artistas, Vida, Muerte y Reencarnación”, cuarta y última sección del espectáculo, se apoya sobre todo en los artistas que han influido en la cultura popular mexicana: el romanticismo y la melancolía empedernida de Juan Gabriel a través de su canción “Se me olvidó otra vez”, los recuerdos de la Revolución Mexicana, la inspiradora y tormentosa historia de los artistas Frida y Diego, el misticismo de La Catrina de José Guadalupe Posada y un bellísimo cuadro dancístico sobre la Muerte.
Tan pronto terminó la última pieza, Dzul Dance apareció fren