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Primero las bibliotecarias Carlota y Alma presentaron una obra de teatro guiñol en la que, a través de dos simpáticas marionetas, dieron a conocer los Derechos y Obligaciones de los niños. Posteriormente, Brisa mostró un espectáculo de teatro kamishibai con el cuento “La tortilla corredora”, de Laura Herrera, con el que los niños rieron a carcajadas con las aventuras y peripecias de este divertido personaje.
Finalmente, el payaso “Maracas” hizo reír a chicos y grandes con sus ocurrencias y despertó el ánimo del público a través de los diferentes artilugios que tenía en su maleta mágica que le sirvieron para narrar disparatadas historias.
De esta forma, las trabajadoras de la Biblioteca Manuel Bonilla ofrecieron un modesto y bello homenaje a las fantásticas posibilidades que todo libro encierra, y también, a la infinita inteligencia e imaginación  que los  niños reservan para el bien de la humanidad.
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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