Como un homenaje a la etnias Paquimé y Yoreme, principalmente, será llevado a escena Don Giovanni, propuesta musical y escénica que tiene como primer fundamento a la muerte inherente a la vida, planteamiento de esta historia perfilada entre las más famosas de la ópera mundial con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto de Lorenzo Da Ponte.
La ópera Don Giovanni será presentada por Escena 77 y el Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán el viernes 15 y sábado 16 de marzo a las 20:00 horas en el Teatro Ángela Peralta. Está producción musical es realizada con el estímulo fiscal del artículo 190 de la LISR (EFIARTES) gracias al contribuyente aportante Inbursa. Los boletos tienen un precio de $520.00; $480.00; $420.00 y $380.00 y están a la venta en la taquilla del TAP.
En este montaje Don Giovanni es un seductor de mujeres que se burla de quienes buscan castigarlo. Una noche, entra a la recámara de Donna Anna pero la mujer lo descubre y alerta a su padre, el Comendador, quien lo enfrenta pero el libertino lo mata y huye con su sirviente Leporello.
Todo indica que Giovanni no tendrá castigo y seguirá burlándose de Donna Anna, Don Ottavio, Donna Elvira, Zerlina y Masetto; sin embargo, en su camino se cruzará un viejo enemigo a quien no podrá burlar nunca más.
La puesta con la dirección de escena de Rodrigo Caravantes tendrá como protagonistas a: Germán Olvera, Don Giovanni; Pablo Aranday, Leporello; José Miguel Valenzuela, Commendatore; Karen Barraza, Donna Anna; Héctor Valle, Don Ottavio; Patricia Pérez, Donna Elvira; Fernanda Osuna, Zerlina y José Miguel Lora, Masetto.
La música de Mozart será interpretada por la Camerata Mazatlán bajo la dirección del maestro Gordon Campbell con el acompañamiento del Coro Ángela Peralta que dirige la maestra María Murillo.
A partir de la muerte la propuesta musical y escénica busca la conexión del libreto original con algunas tradiciones de México como la celebración de Semana Santa, la Danza del Venado y Día de Muertos, muy arraigadas en las etnias y sus comunidades que sobreviven en Nayarit, Sinaloa, Sonora y Chihuahua.
La ópera inicia con la muerte del Comendador y termina con la muerte de Don Giovanni. A esto se suma el hecho de que Don Giovanni es un libertino, un burlador de mujeres que presume sus conquistas y deshonras.
En la época en que esta obra fue concebida, perder el honor era el mayor mal que podía sufrir una mujer, podría decirse que era semejante a perder la vida o a estar muerta en vida.
El Comendador regresa de la muerte buscando la salvación y el arrepentimiento de Don Giovanni. Es Donna Elvira quien en su momento de locura o quizá de lucidez, en el recitativo del aria del segundo acto, asegura que no tarda en llegar la ira del cielo y la justicia, es ella quien ve cómo se abre el abismo del infierno para Don Giovanni.
La música y escenografía
Todo este concepto del inframundo, del regreso de las ánimas a este plano terrenal, creencia muy marcada en nuestro bagaje cultural mexicano, se alude en la obra musical de Mozart; la partitura ofrece una música profundamente ligada al carácter y ritmo dramático, claro ejemplo son las escenas donde aparece el Comendador después de haber sido asesinado por Don Giovanni. Mozart añadió efectos musicales específicos, como el uso de trombones para dar esa atmósfera de miedo y de misterio.
La música estará intacta, habrá un animal regidor para cada uno de los personajes. Don Giovanni es una serpiente, la cual en culturas como la Rarámuri es un animal negativo y en el cual se puede reencarnar en caso de no haberse arrepentido de los daños hechos al prójimo. Don Giovanni no se arrepiente, él ha sido y seguirá siendo una serpiente desde el punto de vista metafórico.
La escenografía estará inspirada en un cementerio prehispánico con piso texturizado de tierra, lo cual da la sensación de un camino que conduce a otro lugar fuera de este mundo.