Suenan trompetas triunfantes al final del concierto
En este primer concierto de la Temporada Primavera 2024 del Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán se dio constancia del ejemplar nivel de todos los músicos instrumentistas que integran la Camerata Mazatlán con un repertorio de Rossini, Grieg y Beethoven en esta ocasión bajo la dirección del maestro Sergio Freeman.
Haber iniciado la noche con Rossini tiene características especiales, él fue un compositor tremendamente exitoso, incluso es uno de los artistas que decidió jubilarse de la música para dedicarse a la gastronomía, sin embargo, entre sus obras populares e importantes dejó la ópera La Cenicienta.
La primera interpretación fue la obertura de la ópera “La Cenicienta”, composición basada en la ópera de Stefano Pavesi “Agatina o La virtú premiata” y el libreto de Jacopo Ferretti “La Cenerentola”, esta pieza se estrenó el 25 de enero de 1817 en el Teatro Argentina en Roma, Italia.
La Camerata Mazatlán reflejó su agilidad y su fiel estilo en donde la fuerza de cada una de las zonas de instrumentos alcanzan un grado de refinamiento y elaboración precisa, para dar una continuidad a la calidad musical de Edvard Grieg, el más importante compositor noruego de toda la historia, fue pianista, tuvo la virtud de traducir el folclore tradicional noruego a un lenguaje musical moderno de romanticismo tardío y también un poco cercano al impresionismo, contribuyó a crear la identidad nacional a través de su popular obra “Peer Gynt”, una suite musical de 1876 que tiene una serie de piezas. En este concierto, se interpretaron “La Mañana”, “La muerte de Aase”, “La danza de Anitra”.
“Peer Gynt” es una obra de Henrik Ibsen, obra teatral del año 1867, catalogada como el drama nacional noruego, está escrita en versos y cuentan la historia de una especie de Don Juan muy aventurero.
La Camerata Mazatlán nos llevó a un precioso amanecer musical con el lirismo de la naturaleza y los extraordinarios sonidos de la sección de metales y cuerdas que fueron creciendo como una avalancha de emociones. De ahí nos trasladamos a los recuerdos cinematográficos con la Sinfonía N.° 7 de Beethoven, se distingue por tener un comienzo lento e ir desarrollándose solo con cuerdas para dirigirse hasta una energía suave la cual ha sido aclamada y utilizada en películas de diversos géneros debido a la fuerza de su ritmo.
Esta sinfonía fue estrenada el 8 de diciembre de 1813 en la Universidad de Viena en un concierto profundo para los soldados heridos durante la batalla de Hanau, fue un éxito desde su estreno en el que por cierto tocaron en la orquesta compositores como Antonio Salieri, Johan Hummel y Giacomo Meyerber.
Hubo una parte de la obra que le gustó mucho al público y fue justamente el segundo movimiento que tuvo que ser repetido como un encore. Muchos años después, Richard Wagner, diría que esta sinfonía es la apoteosis de la danza.
El maestro Sergio Freeman añadió respecto al concierto que fueron tres piezas maravillosas, ya que son descriptivas, tienen vivacidad y carácter. Señaló que la Sinfonía de Beethoven es una de sus favoritas pues es sumamente interesante por el periodo de la vida del autor en donde ya casi estaba completamente sordo y sin embargo refleja un espíritu de esperanza, de positivismo, de calidez humana.
El Mtro. Max Carreón –percusionista- comentó que la obra de Beethoven es siempre un reto para la sección de metales y los timbales y lo más interesante es que la Camerata Mazatlán tiene su propia personalidad por varias razones, por la cantidad de músicos, por la calidad, por el origen y por el director que tuvo en este concierto como invitado.
En el cierre del concierto sonaron trompetas triunfantes con altibajos rítmicos, los instrumentos de viento con dinámicos violines otorgaron una armonía evolucionada y compleja bajo el singular y aún sorpresivo compositor, director de orquesta, pianista y profesor de piano alemán, Ludwig van Beethoven.