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La noche del lunes 18 de septiembre en el Teatro Ángela Peralta se llevó a cabo la inauguración del Tercer Encuentro de Danza de Mazatlán que enmarca el 25 aniversario de la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán.

Claudia Lavista, fundadora de la EPDM y co- directora de la Compañía Delfos Danza Contemporánea dio la bienvenida a los participantes provenientes de Colombia, España, Inglaterra, Quintana Roo, Sinaloa, Aguscalientes, Morelos, Jalisco, Baja California Norte, Puebla, Durango y Ciudad de México.

“Bienvenidos a la inauguración del Tercer Encuentro de Danza de Mazatlán, en el marco de la celebración de los 25 años de la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán, ha sido una vida compartida con muchos maestros, con muchos estudiantes, con muchos artistas, con muchos colegas, con una ciudad hermosísima que nos dio casa a los “Delfos” y que nos permitió formar esta escuela, con un Instituto de Cultura y un Ayuntamiento que le apostaron a este proyecto, con un director de Cultura como Raúl Rico que es cómplice absoluto del proyecto”, expresó.

Rosario Manzanos, Patricia Cardona y Ofelia Chávez además de ser investigadoras, escritoras de la danza con una experiencia muy amplia dentro de múltiples ámbitos de la danza en México y en el mundo, son grandes amigas del proyecto y son nuestras hermanas y nos da mucha alegría tenerlas con nosotros, añadió.

Claudia Lavista agradeció la presencia de todos los artistas egresados de la EPDM que vinieron con sus propios recursos y que van a presentar su trabajo en el Teatro Ángela Peralta, además ellos están dando clases, están regresando a su alma mater a devolver algo y eso no es más que pura generosidad y puro amor.

Después de la ceremonia inaugural se presentó “Piso 14” coreografía de Víctor Manuel Ruiz, codirector de la EPDM y de “Delfos”, y “Rhesos” una obra de Vladimir Rodríguez, coreógrafo colombiano, que ha colaborado con la escuela, y heredó su Sistema de Entrenamiento Piso Móvil que se enseña en la EPDM , pero que sobre todo ha abierto un puente enorme entre la escuela y Colombia.

La última pieza fue “Edén”, obra de Francisco Córdoba, muy particular, muy especial y que también ha sido muy cercano a la escuela.

“El Tercer Encuentro de Danza de Mazatlán está dedicado a Maximiliano Corrales, a su memoria, él fue estudiante de la EPDM y lo vamos a recordar siempre, por otro lado, Juan José Gómez Celi”.

El Tercer Encuentro se lleva a cabo gracias al apoyo del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Artes de Mazatlán y también a PROFEST.

Corre el telón

Concluido el discurso el telón del Teatro Ángela Peralta se abrió para que la música, la estupenda iluminación y la total energía de la Generación XXI de la EPDM integrada por : André Allende, Jhoanna Buelna, Donaldo Burgoa, Valeria Cortez, Joel Embriz, Marco Gómez, Diego Hernández, Frida Mar, Yuliana Niño, María Pérez, Carlos Pineda, Karen Quintero, Fernanda Woo y Andrea Zavala, quedara registrada en la memoria del público.

“Piso 14” es una pieza que utiliza la silla como símbolo de poder, medio de descanso, objeto doméstico, empoderamiento, artefacto de trabajo, instrumento de tortura y destino final, la coreografía y dirección es de Víctor Manuel Ruiz, los intérpretes-Co-creadores son Generación XXI.

En la pieza “Rhesos” el desarrollo se basa en la tragedia griega atribuida a Eurípides, en la pieza se expresa el liberar el alma de la muerte injusta, clamar justicia para liberar el alma, poner un bálsamo a la herida, permitir el duelo y volver a nacer de las aguas, la coreografía y dirección son de Vladimir Rodríguez y los intérpretes-Co-creadores son Generación XXI.

“Edén” es una pieza en la cual Francisco Córdova es el coreógrafo y director, los intérpretes, Generación XXI, en ella se representa los lugares más íntimos y emblemáticos de nuestras vidas y coloca a la catarsis como símbolo de inocencia re-descubierta como inagotable esperanza.

La inauguración del Tercer Encuentro de Danza de Mazatlán fue un suceso en el cual el trabajo de sus organizadores quedó absolutamente manifestado en el escenario, el público permaneció cautivo, admirado y sorprendido con las espirales y elevaciones de pelvis, con movimientos eufóricos, con expresiones faciales configurando emociones y sensaciones.
Los artistas no dejaron la menor duda de que en la danza, el amor por el arte de moverse, se entrelaza con la importancia de cultivar amistades sólidas entre bailarines.

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