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En un escenario inusual, con Jesús crucificado como invitado de honor flanqueado por ramos de rosas, la Camerata Mazatlán dio muestra de su virtuosismo musical durante su presentación en la Iglesia San Carlos Borromeo.

A las ocho de la noche en punto comenzó el concierto. Violines, chelos y un violonchelo amalgaman su sonido al ritmo de la marimba ejecutada con destreza por el maestro Max Carreón durante el “Concierto para marimba y Orquesta de Cuerdas” del compositor Matthias Schmitt. Al terminar el público regaló los primeros aplausos.

Pasada la media hora los músicos de pie volvieron a recibir efusivos aplausos tras la interpretación del “Vals Alejandra” del compositor Enrique Mora, la música fue identificada por los espectadores que alguna vez bailaron o vieron bailar esta pieza en alguna celebración de XV años.

El concierto continuó con “Estrellita” de Manuel M. Ponce cuya melodía y suave ritmo mantuvo absorto al público que llenó las bancas de la Iglesia y disfrutó la velada musical en el confort del aire acondicionado.

Con “Solamente una vez” del compositor Agustín Lara hubo quien suspiró quedito y a esa hora cuando faltaban 16 minutos para que los músicos terminaran su actuación, la gente seguía llegando al concierto producido por el Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán.

Con “Bésame mucho” de Consuelo Velázquez el ambiente se puso aún más romántico. Algunos espectadores sacaron sus celulares y grabaron la escena mientras los músicos tocaban sus instrumentos para sorprender a la audiencia con una de las melodías más escuchadas en América Latina.

En el tramo final la Camerata Mazatlán continuó por la ruta del amor al interpretar “Contigo aprendí” de Armando Manzanero, pieza que la mayoría acompañó y grabó en silencio mientras cuerdas y percusiones hacían lo propio.

Faltando siete minutos para las ocho de la noche llegó la última pareja de espectadores y se acomodó dónde pudo; apenas se sentaron una ola de aplausos y bravos despidió la interpretación de la obra del famoso compositor yucateco para dar paso a “Mazatlán” un tema interpretado por la orquesta y un improvisado coro compuesto por las voces del público.

La memorable actuación de los músicos de la Camerata Mazatlán en la Iglesia San Carlos Borromeo tuvo un final festivo y alegre con la mexicanísima música del Huapango de Moncayo una obra que cautiva por su ritmo y belleza sonora.

Al terminar el concierto los músicos de la Camerata recibieron fuertes aplausos y ¡bravos! por su actuación.

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