Volver arriba

En el último día del programa Cultura en tu Casa en la Flores Magón, la cancha deportiva  lució un lleno casi total.  El público comenzó a ocupar sus lugares apenas escuchó la segunda llamada y todavía al comenzar  el espectáculo teatral, una familia que bajó de la parte alta de la colonia,  buscó acomodo entre las  escasas sillas vacías.Abrió la noche Dulce María Prado Guzmán, alumna del taller de Teatro del Centro Municipal de las Artes. Ella interpretó a Any Kelly, una chica  caprichosa con aires de grandeza, que  se cree “niña fresa” y desea ingresar al  equipo de porristas.  Ni los duros entrenamientos, ni el gasto en el uniforme, ni su elocuente discurso persuasivo,  fueron suficientes para lograr su objetivo.   
La  chica no logra ser porrista y casi al final de su actuación,  externa el temor hacia el regaño de su madre,  porque la hizo gastar el dinero que les hacía falta para solventar gastos elementales de la familia. 
Casi durante toda su actuación, la novel actriz interactuó con el público, logró atrapar su atención  y generó carcajadas.
La  segunda figura en escena fue el actor Ramón Alberto Gómez Polo,  quien personificó a un hombre cansado de la vida que ha llevado durante 30 años al lado de su esposa, mujer dominante que “lo explota” laboralmente y  le endilga  la solución de todos los problemas de la familia.
Obligado por su esposa imparte conferencias sobre el daño que hace el tabaco, las cuales le sirven como válvula de escape para compartir con el auditorio el maltrato  del que ha sido víctima por parte de su mujer.
Al final de su actuación Ramón Gómez consiguió sonoros aplausos y luego intempestivamente subió al escenario Javier Díaz Dalannais, quien con el monólogo “Quiero quererte”  logró hechizar a la concurrencia.
Poco acostumbrados  al teatro, los espectadores de todas las edades, siguieron cada uno de los movimientos del actor  que iba de un extremo a otro, se arrojaba al suelo, bailaba  o se paraba de cabeza,  en una magnífica demostración del llamado teatro físico o teatro del cuerpo.
Con su actuación Javier Díaz se llevó los primeros bravos de la noche y luego cedió el espacio escénico al actor Alfredo Vergara, quien con el monólogo “De qué te ríes” de la serie “Los Habladores” de D

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

Lo destacado