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Publicado el 16 enero, 2015

Karla: desea proyectar a Mazatlán

“Desde chiquita siempre me han alentado a participar,  yo lo veía como un sueño muy lejano, algo inalcanzable, pero a los 18 años ya me tomaba en serio esa curiosidad, me decía ‘voy a ver una elección, ‘voy a ver esto otro’; este año es cuando de plano mis amigos y todo, todo,   me alentaba a participar. Yo me decía que no, pero algo más fuerte me animaba  ‘tienes que participar’. Y pues, ya estoy aquí”. 
Junto a ese llamado interior, Karla creció con la idea de darle a Mazatlán la proyección turística que merece, y desde sus años de preparatoria vislumbró que como reina del Carnaval, podría contribuir significativamente con este objetivo, aunque para ella no es necesario ser envestida como soberana para iniciar con esta labor.
 
“Curiosamente en esta contienda, me encuentro a muchas personas de diferentes lados del País, les digo ‘mira soy candidata a reina del Carnaval, deberías venir del 12 al 17 de febrero’… y les empiezo a contar, sobre los desfiles,  el combate naval, les platico algo de la historia, y me llama mucho la atención que se motivan y los aliento a venir, interactuó con ellos contándoles cómo vivo  el carnaval, de esa forma lo promuevo”.
 
Junto a esta motivación natural, Karla se prepara junto a sus familiares y amigos para estar a la altura de algo que es completamente nuevo y sorprendente para ella: lo que ocurre detrás del carnaval.
 
“Hasta el día de hoy me quedo con eso, con todo lo que se hace y trabaja para que pueda llevarse a cabo del Carnaval, la gente dice ‘ay, ya me voy al Carnaval’, pero no saben que hay detras de esta gran experiencia”.
 
Un reina con valores
 
Para Karla Lizeth, además de la pasión carnavalera, la próxima soberana debe encarnar una serie de valores que la conviertan en un ejemplo, en un referente digno de la celebración que da identidad a los porteños.
 
“Me gustaría ser percibida como una reina responsable, honesta, perseverante y más que nada, humilde; creo que junto a una buena preparación, valores como estos son esenciales”, dice  la joven de 20 años, estudiante de Contabilidad Pública.
 
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Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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