En la tierra que la adoptó como una de sus más grandes artistas, la maestra Martha Félix recibió el cariño y el reconocimiento del público durante la presentación del disco que recupera los momentos más brillantes de su carrera, editado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco.En la ceremonia realizada el pasado viernes por la tarde en Casa Haas, también fue presentado el disco compacto de la misma serie dedicado al reconocido barítono mazatleco Guillermo Sarabia, cantante poco conocido en esta ciudad que puso en alto el nombre de México en los escenarios internacionales, para después regresar a su país convertido en un gigante de la ópera mundial.
La ceremonia estuvo presidida por el Director General del Instituto de Cultura de Mazatlán, Raúl Rico González; por el Maestro Enrique Patrón de Rueda y por Héctor Sosa, responsable del proyecto de investigación, rescate musical y producción de los discos.
Héctor Sosa explicó que “Grandes voces de la ópera en México” es un proyecto con fines pedagógicos logrado gracias al apoyo de la Universidad Autónoma Metropolitana- Unidad Xochimilco y busca recopilar y restaurar las actuaciones en vivo más destacadas y/o significativas de los cantantes de ópera mexicanos.
Comentó que a través de la colección iniciada hace 12 años con la grabación del primer disco dedicado a su padre José Sosa, la intención es dar a conocer a futuras generaciones, a los cantantes de ópera que le han dado gloria a México.
A lo largo de la charla, Héctor Sosa compartió con el público algunos puntos clave en la carrera de Guillermo Sarabia como su debut en 1965, a los 28 años de edad, en la ciudad alemana de Detmold, con la ópera Doktor Faust de Ferruccio Busoni o su debut en el Teatro del Palacio de Bellas Artes de México en 1978 como el Conde de Luna de Il trovatore de Verdi, interpretación incluida en el CD y momento que marcó un hito en la historia del cantante mazatleco.
A su vez el maestro Enrique Patrón de Rueda expresó su emoción ante la iniciativa de Héctor Sosa.
-¡Qué bueno que haces esto, te felicito!, externó para después considerar el trabajo de rescate y elaboración de esta memoria musical, como un acto de amor a los cantantes mexicanos, de preocupación por la ópera y una labor de amor hacia su país.