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Bajo la dirección del maestro Ramón Gómez Polo; Linda Yuria Navarro Higuera y Michelle Peña Félix interpretaron a las hermanas “Clara” y “Solange” Lemercier, dos personajes que deciden asesinar a su patrona, “La señora”, que, bajo la actuación de Alejandra Quintanilla, ofreció un contrapeso a la densidad psicológica de las protagonistas.Con una escenografía minimalista, en la que el trabajo de iluminación de Antonio Serratos destacó por los escenarios “efímeros” que dieron mayor profundidad a los personajes, “Las criadas” fue desgajando el dolor, miedo, resentimiento y vergüenza que las Lemercier cargaban a causa del desprecio, el rechazo y los abusos de sus patronas.
Tanto Linda como Michelle lucharon a lo largo de la obra por sostener una dinámica vertiginosa que les exigían los diálogos densos (cargados de metáforas y connotaciones culturales, sociales y religiosas), el movimiento constante por el escenario y los ajustes emocionales que la tortuosa psique de “Las criadas” ofrecieron.
Desde el “ensayo” de asesinato con el que inicia la obra, pasando por el hilarante encuentro entre “Las criadas” y “La señora”; el enfrentamiento de los deseos, rencores y carencias de las hermanas y las confesiones de cómo ellas denunciaron al esposo de “La señora” como un ladrón, hasta el trepidante monólogo de “Solange” y la imagen final en la que las hermanas se toman las manos, esta fue una noche de exigencia absoluta para las jóvenes actrices.
Al terminar la puesta en escena, Ramón Gómez Polo, director de la Escuela de Teatro del Instituto de Cultura de Mazatlán, pidió a Alejandra Quintanilla, Silvia Flores, Flor Estrada y Giovanny Arrieta, miembros del cuerpo docente de la Escuela de Teatro, que pasaran para acompañar a las graduadas, y posteriormente les entregó un reconocimiento del Instituto de Cultura de Mazatlán por haber terminados dos años de estudio, al límite, en su formación como actrices.
 
 
 
 
 
 
 

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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