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La comunidad artística pide frenar la violencia

Volver a tener el Festival Internacional de Danza José Limón es un acto de celebración porque sin el, Delfos no estaría aquí y la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán seguramente no se hubiera fundado, pero también estamos profundamente tristes porque Max Corrales, egresado de la XVI generación de la EPDM, nos fue brutalmente arrebatado en la ciudad de Culiacán, lamentó Claudia Lavista.

 

 

En el acto inaugural de la XXXVI edición del Festival José Limón realizado el pasado sábado por la noche en el lobby del Teatro Ángela Peralta, la co directora de Delfos danza contemporánea conminó a honrar la memoria de Max Corrales y exigió un alto a la violencia e hizo una súplica porque esto cambie, porque no puede seguir así.

 

 

“Este es un acto de celebración el día de hoy para todos nosotros y también estamos profundamente tristes porque él no está aquí con nosotros para bailar y esperamos que en donde esté su espíritu nos escuche y sepa que estamos bailando para él y que cada uno de los bailarines que va a participar en este maravilloso festival durante toda la semana lo hace honrándolo a él, honrando al cuerpo, honrando al arte y a la humidad”.

 

 

A su vez, el Director General del Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, Raúl Rico González consideró que es un placer después de tantas cosas que han sucedido, poder darle continuidad a la vida cultural y saber que los se han ido antes que nosotros, siguen inspirando estos proyectos.

 

El funcionario recordó a Héctor Chávez como uno de los primeros en traer la memoria del bailarín José Limón para honrarlo a través de la danza.

 

 

Después a nombre de la comunidad que ama la danza, Claudia Lavista subrayó: “Estamos indignados y sumamente conmovidos pero sobre todo muy enojados con un sistema que no nos está protegiendo”.

 

 

Luego se refirió a Max Corrales como un bailarín absolutamente brillante, un animal de escena, y un ser humano luminoso, amoroso, generoso, que lo único que hizo durante sus 27 años de vida fue darle al mundo luz a través del movimiento.

 

 

 

“Yo estoy muy enojada con todos porque creo que lo hemos hecho mal y cuando algo tan cercano te toca y te cimbra tienes que tomar acciones para cambiar las cosas y tienes que empezar por tu propia comunidad”, añadió.

 

 

La maestra, bailarina y coreógrafa dijo que la manera de honrar a Max, es dedicándole toda la edición de este Festival José Limón y después habrá que inventar otras maneras de honrarlo, recordarlo siempre y tenerlo en la memoria.

 

 

Pero creo que el mayor acto de resistencia es tomar conciencia y desde nuestras trincheras volvernos a reconocer como seres humanos sensibles, empáticos, amorosos, y hacerle de verdad un alto a la violencia de frente, y decir ¡basta! No queremos violencia, no podemos vivir así, no puede ser que nuestros jóvenes sean arrebatados por la violencia que se vive en el mundo, porque no es nada más en México.

 

 

A nombre del Director General del ISIC, Juan Salvador Avilés Ochoa y de Miguel Ángel Ramírez Jardines, delegado del ISIC en el sur, José Alberto Soto Alarcón, responsable de comunicación en la zona sur, se sumó a la exigencia de justicia para este miembro excepcional de la comunidad artística e inauguró el XXXVI Festival José Limón.

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