Buena música, canto y distintas expresiones del tango a cargo de bailarines y músicos de primera; no podía ser de otra manera.Con gran vocación y determinación artística, seis parejas dieron cátedra de lo que es interpretar el tango argentino, apasionado, arrabalero, preciso, contundente, instintivo.
El espectáculo reflejó con fidelidad la idiosincrasia y la cultura del pueblo argentino y fortaleció el espíritu universal del Festival Cultural Mazatlán que en su XX edición, convocará a compañías artísticas de Hungría, Estados Unidos, África, Cuba y México.
La propuesta escénica de Luis Bravo, exploró las emociones al interior de cada bailarín que aportó de manera individual su propia luz y encanto logrando construir un espectáculo colmado de virtuosismo técnico, fuerza y pasión al bailar.
Los bailarines de cuerpos tonificados, exploraron al límite las posibilidades del movimiento durante el espectáculo danzario matizado con pasos precisos, constantes giros y sorprendentes deslizamientos de piernas sutilmente pegadas al piso.
El público disfrutó el tango de escenario con música en vivo y la voz del cantante Martín de León, quien interpretó la canción “Uno”, clásico tanguero que sacudió al auditorio y generó los primeros ¡bravos! de la noche.
En Forever Tango la audiencia apreció la conexión emocional de las parejas, su perfecta sincronía, rostros que apenas se tocan, agilidad en el movimiento de piernas, impresionantes giros, levantamientos que rayan en la acrobacia y vestidos llamativos de escotes pronunciados y abiertos de la entrepierna, diseñados por Argemira Affonso.
La música estuvo a cargo de la orquesta dirigida por Eduardo Miceli, quien junto con Carlos Niesi, interpretó el bandoneón y aderezó la noche con un sonido melancólico que acompasó los movimientos del cuerpo de baile.
En la orquesta, Luis Bravo, director de Forever Tango, destacó como cellista y creador de una propuesta escénica que a lo largo de dos décadas ha recorrido con éxito los principales teatros del mundo.