Durante su visita al Instituto de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, Ramona de Saa habló sobre el surgimiento y la expansión del sistema cubano de ballet en el mundo, cuya adopción en Mazatlán, ha permitido posicionar a la Escuela Municipal de Ballet entre los mejores centros de enseñanza en el País.Las intensas esmeraldas de sus ojos recuerdan cómo sus maestros, la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, y Fernando Alonso, creador y guardián del estilo y la técnica del método cubano, formaron a mediados del Siglo 20 una de las escuelas más influyentes de todos los tiempos.
“Yo pienso que fue una visión a futuro muy amplia de sus fundadores, de la maestra, la primera bailarina Alicia Alonso y el maestro Fernando Alonso y un poco la trilogía que también la integró el coreógrafo Alberto Alonso. Desde 1950 cuando se fundó en Cuba la Academia Nacional de Ballet Alicia Alonso, ellos diseñaron un plan de estudios que fue preparando a una serie de generaciones, y al triunfo de la Revolución (1959), dio pie a que pudiéramos contar con una experiencia amplia para inaugurar lo que fue la Escuela Elemental y la Escuela Nacional de Ballet en el 62, y de ahí en un corto plazo, en menos de 7 años, tuvimos una compañía netamente nacional integrada toda, todos los bailarines con el mismo método, la misma forma de hacer, de proyectarnos, y eso es realmente algo que nos caracteriza en el mundo”.
Para la maestra “Chery”, como cariñosamente se le conoce a esta institución del ballet, la labor de sus maestros estuvo centrada en la detección de talentos, y en crear paulatinamente las condiciones para la formación de un conjunto absolutamente profesional. Pero la expansión del sistema cubano por todo el planeta no fue algo que estuviera en sus planes iniciales.
El éxito de las giras por Alemania, Argentina, Brasil, Bulgaria, Corea, Checoslovaquia, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Hungría, México, Perú, Polonia, Unión Soviética, Uruguay y Venezuela, en las que la maestra De Saá también participó, fueron el termómetro para dar el siguiente paso, y en éste, ella tuvo un papel protagónico.
A mediados de los años 70, la maestra Ramona De Saá se convirtió en directora de la Escuela Nacional de Ballet de Cuba y con esto, se dio a la labor de perfeccionar e implementar el sistema pedagógico de enseñanza del ballet creado por Fernando Alonso, algo que ha convertido a Cuba en una potencia mundial en esta disciplina.
“Ahora mismo acabamos de tener en Cuba el 20º Encuentro de Academias Internacionales de Ballet y participaron casi 700 bailarines de diferentes escuelas, con los cubanos éramos 1000 y pico, de 15 países; entonces fue de verdad un reto muy grande pero nos sentimo