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Entrecuerpos fue la culminación de un año de convivencia, en la que este grupo de alumnos aprendió a reconocer todo aquello que ellos mismos pueden aportar a su visión artística desde sus virtudes y fortalezas, para al final poder escucharse, dialogar mejor con su cuerpo y compartir un poco de su universo  a través de la danza contemporánea.La mayoría de estos siete performances presentados por los alumnos siguieron la línea temática de la dualidad personal, en la que desnudaron a través de personajes y/o experiencias personales sus inquietudes existenciales y sentimientos más profundos a base de un discurso poético y corporal muy intenso.
Cihua (mujeres) de Mariana Jacqueline Ayala y María José Gómez Mejía; Horas de Silencio por Heidy Isabel García y José Eduardo López; Paravisiones de Perla Jazmín Valdivia y Natalia Andrea Espino, y Aura de Elisa Sofía Cabrera y Marco Antonio Martínez, con acompañamiento musical de David Jacob Peralta, fueron las cuatro coreografías presentadas en la primera parte del espectáculo.
Por su parte Percepción del EGO de Juan José Gómez y José Ángel Rochín; Quebranto de Bele Cerecero e Ivanna Matamoros Malcampo, y El CERESO de Frank Vázquez Álvarez, Diego Armando Vega y Luis Franco García fueron las otras coreografías expuestas por estos jóvenes pertenecientes a la generación 18 de la EPDM.
Al finalizar la última pieza, todos los involucrados en el espectáculo se reunieron en el escenario para ser cobijados con el calor de los aplausos de su público y abrieron un espació de comentarios, preguntas y respuestas en el que se habló sobre el proceso creativo de cada uno para lograr sus obras.

Éste artículo fue publicado en Prensa. .

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